Limpiar y reorganizar nuestro frigorífico tras las vacaciones de verano es un saludable gesto para el que nuestra Vaporeta puede ser una gran aliada.

Limpiar (y descongelar) tu frigorífico con Vapor

Los residuos de alimentos que un frigorífico suele acumular pueden generar bacterias y microorganismos que pongan en peligro nuestra salud, por ello es vital mantener un correcto nivel de limpieza siempre y en todo momento.

Para conseguirlo, habitualmente, recurrimos a productos químicos que nos ayudan en la labor de neutralizar esas bacterias, sin embargo, los activos químicos de estos productos suelen permanecen en el ambiente y en las superficies durante un periodo más largo del que desearíamos, pudiendo comprometer, en consecuencia, las propiedades de nuestros alimentos.

La profundidad y el espectro de acción del vapor seco (+160ºC) a la hora de limpiar superficies es ilimitado: Con una correcta presión y el accesorio adecuado podemos alcanzar cotas de limpieza insospechadas sin necesidad de emplear productos químicos: solo agua.

Te damos algunos consejos para que consigas un resultado óptimo con el mínimo esfuerzo.

Apaga y vacía el frigorífico

Vaciar el frigorífico es el primer paso para poder realizar una limpieza a conciencia:

• Desenchufa el frigorífico para una limpieza segura, ahorrando, además, energía
• Vacía el frigorífico prestando atención a la conservación de los alimentos más sensibles

Extrae baldas y cajones

No solo te permitirá alcanzar las zonas de tu nevera de más difícil acceso sino que, además, te permitirá limpiar estos soportes y espacios de almacenamiento de un modo más cómodo, usando toda la potencia y prestaciones que tu Vaporeta te ofrece.

Descongela y elimina las placas de hielo

Descongelar y eliminar las posibles placas de hielo y escarcha de tu frigorífico es fundamental para una limpieza a fondo del electrodoméstico, favoreciendo una mejora de su rendimiento y evitando posibles averías.

Para ello, sin duda, te recomendamos utilizar la temperatura del vapor aplicando su chorro en la base de las placas de hielo que hayan podido formarse: se despegarán con facilidad y podrás extraerlas rápidamente.

No olvides colocar una toalla o trapo para recoger los restos de agua procedentes de esta descongelación.

Limpia las juntas de las puertas

Las juntas de goma de las puertas un frigorífico son alguno de los reservorios de gérmenes y bacterias más comunes: realiza una limpieza a fondo utilizando la pistola de presión de tu Vaporeta.

Limpia el interior, puertas y espacios de almacenamiento

Aplica vapor generosamente empleando la pistola de presión para desincrustar cualquier tipo de suciedad, ayúdate con una bayeta de microfibra para realizar el acabado y secado de la zona.

Para la limpieza de superficies o espacios de almacenamiento tales como cajones o bandejas te recomendamos el empleo, además, del nuestro cepillo mediano de cerda dura: facilitará y agilizará tu tarea.

Vacía y limpia la bandeja de drenaje

Es importante que extraigamos y limpiemos, utilizando la potencia máxima de nuestra Vaporeta, este depósito de líquidos residuales situado, normalmente, en la parte inferior de nuestro frigorífico.

No te olvides de la parte trasera

Una limpieza regular del polvo y suciedad que se acumula en las bobinas y serpentines parte trasera de nuestra nevera nos garantizará un rendimiento óptimo y alargará su vida útil.

Retira con cuidado, empleando un trapo de microfibra, los residuos de mayor tamaño para después realizar un «soplado» utilizando la pistola de presión de tu Vaporeta a máxima potencia que te permitirá llegar a todos los espacios de difícil acceso del serpentín.

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